
Los previsores del porvenir: antes de la Guerra Civil

Curso del año 1934

Zarza Capilla tras los bombardeos

Los previsores del porvenir: antes de la Guerra Civil
Evacuaciones de la población civil
A
ntonio Doroteo López, historiador que está realizando actualmente
su tesis doctoral sobre la represión ejercida en Castuera, describe a partir de qué momento se empezó a poner en marcha la evacuación de los habitantes que residían en los pueblos de La Serena que,
previsiblemente, iban a ser los próximos objetivos de combate.
"La primera evacuación se produce cuando ellos empiezan a achuchar Cabeza del Buey, ocupan Cabeza del Buey y empiezan a entrar ya por la zona de Puebla de Alcocer y por Cabezuela, y van a ocupar el pueblo. O sea, en ese, en esos… Desde el 2, 3 de agosto, hasta el 15 de agosto, ya se está produciendo la evacuación".
Manuela Sánchez Sánchez, una de las supervivientes zarceñas, recuerda cómo fue el proceso de huida de su familia, desde Zarza Capilla, hasta la localidad en la que permanecieron hasta la conclusión del conflicto armado.
"Yo me acuerdo que estábamos en una estación haciendo una paradita allí porque íbamos andando campo a traviesa y como podíamos para huir de aquí, para ir para Bolaños, que era para donde íbamos, un pueblo de Ciudad Real. Y entonces, unos milicianos que estaban en el tren, que estaban guardando el tren, pues nos veían a nosotras que éramos niñas y entonces iban y nos daban latitas de sardinas de estas chiquititas en aceite, pues de esas nos daban. Nos daban, las llevábamos donde estaban nuestras tías y madre y eso, nuestras mayores, y las abrían para darnos un poco de comer, pero porque los militares mismos se compadecían de nosotros y nos daban de lo que ellos tenían también para poder comer, que tampoco lo tenían en abundancia".
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Algunas de las familias que se marcharon, trataron de cobijarse, inicialmente, en poblaciones pacenses ubicadas en la zona, que se encontraba más al noreste de la provincia. Sin embargo, la mayoría se refugiaron en las tierras castellanas de la provincia de Ciudad Real. De hecho, la labor de su centro de Evacuación y Refugiados fue destacable, siendo quienes se encargaron de distribuir por distintos pueblos a las personas evacuadas de La Serena.
No fue hasta el 9 de agosto que el Ejército Sur del bando insurgente rompió nuevamente la línea del frente, para avanzar por las Sierras de Castuera y Benquerencia, así como por la zona de Almorchón. No obstante, en estas incursiones posteriores se encontraron con más dificultades que en el cierre de la Bolsa de la Serena, pues los republicanos se habían reorganizado y presentaron una tenaz resistencia, apoyándose en tanques y algunas piezas de artillería para obstaculizar la progresión de las divisiones sublevadas. De hecho, a lo largo de ese día también hay constancia de combates aéreos entre ambos bandos. Por tanto, la aproximación que las tropas de Queipo de Llano efectuaron esa jornada fue poco significativa, mientras que el desgaste que iban acumulando sus hombres sí era relevante.
El ejército de Franco tenía como objetivo prioritario llegar a Almadén, pues se trataba de una población extremadamente importante. Es por ello que el día 11 de agosto, en su avance por el este, los efectivos del Ejército Sur llegaron a los alrededores de Zarza Capilla. Lo que no se esperaban los insurgentes era que, allí, los republicanos extremeños iban a lograr algo que no habían conseguido en ninguno de los movimientos que se habían efectuado en el frente a lo largo de ese verano: los hicieron retroceder.